lunes, 8 de junio de 2015

Con Perotti la provincia perdió 1.000 millones de dólares

En 1996 Omar Perotti fue designado presidente del Banco de Santa Fe con el objetivo expreso de culminar el proceso de su privatización. El resultado de esa operación fue ruinoso para la provincia. El Estado santafesino perdió una herramienta fundamental para la promoción del desarrollo y el empleo. La sociedad en su conjunto tuvo que afrontar una deuda millonaria que recién se terminó de pagar en 2010. Los candidatos del PRO y el PJ se nutren de la misma matriz neoliberal que destruye la economía de Santa Fe en los noventa.



En declaraciones recientes al diario El Litoral, el candidato a gobernador Omar Perotti (FPV) señaló que "Santa Fe tiene que respirar producción, tiene que latir con el esfuerzo y el trabajo”, para lo cual, "el Estado provincial tiene un rol clave. No hay mejor política social que un puesto de trabajo, allí es donde estará puesta la mirada".

Perotti ensaya esta reivindicación del rol del Estado como promotor del desarrollo económico apoyándose en su experiencia como Intendente de Rafaela y usufructuando la imagen "industrialista" que ostenta esta pujante ciudad del oeste provincial.

Pero la maniobra discursiva no funciona porque Omar Perotti fue el ejecutor de la privatización del Banco de Santa Fe, uno de los despajos más severos que sufrió la provincia de Santa Fe, que afectó profundamente la actividad económica, destruyo empleos y favoreció la concentración de la riqueza al quitarle el acceso al crédito a las pequeñas y medianas empresas.

El rol del contador rafaelino en este escandaloso proceso privatizador quedó plasmado en el Decreto 1418/96, donde fue designado presidente del Banco de Santa por el entonces gobernador Jorge Obeid, quien explicó en aquella ocasión, que Perotti tendrá como misión "la ejecución de todas las etapas que nos lleven al proceso final de traspaso del banco a manos privadas".




(Ver imágenes de archivo de TVdoc).

Para alcanzar este resultado el gobierno de Jorge Obeid reprimió la protesta de los empleados bancarios, negocio el respaldo de los sectores internos del Partido Justicialista garantizando impunidad por los casos de corrupción y diseño una operación financiera, por la cual, la provincia de Santa Fe tuvo que pagar para vender en lugar de cobrar por lo que se vendió.



En palabras del actual ministro de Hacienda Ángel Sciara , "la privatización significó la transferencia de dinero del conjunto de la población santafesina a favor de grupos de interés privados. El proceso de regularización, saneamiento, privatización y liquidación del Banco Provincial de Santa Fe, significó para la provincia una pérdida neta final estimada de más de mil millones de dólares estadounidenses".

(Ver: La Privatización del Banco de Santa Fe. Historia y consecuencias económicas. CEMUPRO. Año 2014)

Recién el 30 de julio de 2010, la provincia de Santa Fe canceló la última cuota (N° 20) correspondiente al préstamo otorgado por el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial para la Privatización del Banco de Santa Fe Sapem por $29.575.902,64. Con este pago se canceló la totalidad del financiamiento obtenido por la provincia de Santa Fe para la privatización de su Banco.

El peso de esta herencia se mide en pequeñas y medianas empresas quebradas, puestos de trabajo destruidos y sectores económicos más concentrados. En este punto, hay que decirlo, las propuestas de los candidatos del PJ y el PRO se unen y se nutren de la misma matriz privatizadora y antipopular que asoló la provincia de Santa Fe en la década de los noventa. Nada más alejado del "cambio" que pregonan.

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