El 12 de diciembre por la mañana se produjo el cambio de mando en la intendencia de la ciudad de Santa Fe. En el recinto del Concejo Municipal, el intendente saliente José Corral le entregó los atributos de gobierno al ex periodista Emilio Jatón, ganador de las elecciones generales de junio pasado. El acto de traspaso contó con la presencia de los ex gobernadores socialistas Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz, y del justicialista Omar Perotti, nuevo gobernador de la provincia tras 12 años de gestión del Frente Progresista.
Tras una fallida transición que dejó en evidencia las limitaciones de los equipos de Jatón y Corral para sostener un diálogo constructivo en torno al traspaso del gobierno, el nuevo ciclo político en la ciudad de Santa Fe comienza con escasa información disponible sobre el estado de la administración municipal y acusaciones cruzadas en los medios de comunicación sobre el peso de la herencia que la nueva gestión recibirá.
Atrás quedaron las apelaciones a la responsabilidad republicana y el decálogo de buenas intenciones contenido en la Ordenanza 12.630 sancionada por el Concejo Municipal de Santa Fe a principio de año, estableciendo pretendidos "parámetros claros y precisos que sirven para regular el período de transición de autoridades políticas en el ámbito del Departamento Ejecutivo Municipal".
El foco del conflicto se ubicó en la denominada "deuda flotante" que la gestión Corral generó con proveedores y contratistas. En su momento, desde el equipo de transición de Emilio Jatón estimaron que ese monto estaba alcanzando los 1200 millones, mientras que la administración saliente solo admitía un atraso en los pagos de 283 millones.
En el ínterin, en septiembre pasado, las dos empresas encargadas de la recolección de residuos domiciliarios (Cliba y Urbaser) intimaron a la municipalidad por el pago de 560 millones de pesos adeudados por los servicios brindados en 2019. En un sentido similar se movió la empresa Milicic encargada del relleno sanitario donde se deposita y entierra toda la basura de la ciudad. En este último caso el reclamó fue por 70 millones de pesos.
En su discurso inaugural como intendente, Emilio Jatón sostuvo ante los concejales que "nos hacemos cargo de un municipio en crisis, con una deuda de más de 1.000 millones de pesos", luego agregó, "en cada deuda que encontramos hay pequeñas y medianas empresas perjudicadas, familias enteras que esperan una respuesta del Estado. A ellos quiero decirles que pondremos
todo nuestro esfuerzo en resolver esa situación. Pero también vamos a poner énfasis en la herencia recibida. Vamos a estudiar número por número y se lo vamos a contar a los santafesinos, porque el municipio es de todos".
El presupuesto de Corral
José Corral se retira de la municipalidad de Santa Fe con un severo cuestionamiento sobre la gestión del presupuesto de gastos y recursos. Por un lado la bancada del justicialismo en el Concejo Municipal impulsa el rechazo a la Cuenta de Inversión 2018; esto significa, objetar y habilitar futuros reclamos patrimoniales contra los funcionarios por el manejo que hicieron de los fondos públicos. Nos es la primera vez que el ahora ex intendente enfrenta este tipo de cuestionamientos, pero en anteriores ocasiones los concejales del Frente Progresista le cubrieron las espaldas y aprobaron las rendiciones que la oposición rechazaba. Ahora con un nuevo escenario político y una crisis indisimulable en las finanzas municipales la situación puede cambiar.
Por otra parte, en la última sesión antes del cambio de autoridades y la renovación parcial de concejales, el cuerpo deliberativo local aprobó una adecuación del presupuesto 2019 por más 1.000 millones de pesos destinados al pago de salarios, aumentos adeudados y aguinaldo para el personal municipal.
El debate antes de la aprobación de este auxilio fue intenso y puso al descubierto las zonas grises del manejo de los fondos públicos por parte del intendente saliente de Cambiemos.
Mientras el equipo de Emilio Jatón despotricaba por la falta de información, los funcionarios de Corral publicaban horas antes de su partida el Estado de Ejecución de Gastos y Recursos al 30 de noviembre de 2019. En los hechos, es el documento oficial más actualizado (aunque anterior a la ampliación de 1.000 millones) sobre la situación de las finanzas municipales antes del traspaso de gobierno.
De las planillas publicadas en la página web de la municipalidad, surge que para el año 2019 la gestión Corral estimó que recibiría recursos de distintos orígenes (locales, provinciales y nacionales) por 9.043 millones de pesos. Sin embargo, a pocos días de la finalización de su mandato, solo habían percibido 5.998 millones (3.044 millones menos), un error de cálculo equivalente al 30% de los fondos anuales.
Al revisar el origen de esos recursos que no llegaron, encontramos que 601 millones corresponden a fondos prometidos por la Nación, otros 710 millones a recursos provenientes de la Provincia y 1.636 millones que el gobierno local dejó de recaudar en el contexto de la recesión provocada por Mauricio Macri.
Y como se observa en el cuadro adjunto, al momento de reducir el gasto (ajustar) por la falta de recursos, la administración Corral realizó los mayores recortes en obra pública, prevención hídrica y políticas sociales.
Esta retirada del Estado Municipal de la economía local se tradujo en las deudas con proveedores y contratistas y en la acentuación de la espiral descendente provocada por la recesión y el proceso inflacionario.
La pesada herencia
El estallido del plan económico de Cambiemos impactó fuerte en la economía local. La caída en términos reales de la recaudación provincial y municipal es el reflejo del desplome de la actividad de los principales sectores económicos de la ciudad.
Por caso, de acuerdo al último relevamiento realizado por el Centro Comercial de Santa Fe, durante el mes de noviembre solo un 9,7% de los comercios consultados informó ventas superiores al mismo mes del año anterior, un 25,8% ventas similares y, el resto, es decir un 64.5% declaró haber vendido menos , con distintas proporciones de caídas.
Con esta performance de ventas, se ratifica una serie de 23 meses consecutivos de caídas interanuales, que reflejan por sí solas la magnitud de la situación sumamente complicada del sector.
Otro sector gravemente afectado y muy gravitante en la generación de empleo en la ciudad es el de la construcción. Según los datos publicados por el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (IPEC), en el primer semestre de 2019 se otorgaron en la ciudad permisos de edificación para 52.505 metros cuadrados, contra 64.991 metros cuadrados para el mismo periodo de 2018 y 116.559 metros cuadrado para la primera mitad de 2017.
La consecuencia directa de este bajón de la actividad económica local es el aumento del desempleo y la pobreza.
Si bien la desocupación en el Gran Santa Fe sigue siendo menor a la tasa nacional, el deterioro de los indicadores laborales es constante desde finales de 2017. Considerando los últimos datos publicados por el INDEC, correspondientes al 2° semestre de 2019, los desocupados plenos y ocupados que buscan otro empleo alcanzan el 22% de la población económicamente activa, esto es 48.000 personas en crisis con su trabajo. Con la particularidad, que entre las mujeres y varones jóvenes (menores de 29 años) la tasa de desempleo triplica el nivel general.
Además, después de Concordia, el Gran Santa Fe es el conglomerado urbano con mayor índice de pobreza de la región pampeana (38,2% de las personas - 26,2% de los hogares). Se trata de 232.000 santafesinos hundidos en la miseria como consecuencia de la política económica de Cambiemos. La mayoría tiene menos de 14 años, y como dijo en su discurso inaugural el flamante intendente Emilio Jatón, "no debemos olvidar y lo digo en plural a las más de 5.000 familias que no pueden acceder a la alimentación básica diaria y a los muchos que apenas sobreviven a tan solo 10 minutos de la peatonal santafesina".
Todo esto mientras la gestión José Corral retuvo y no distribuyó recursos especiales recaudados para reforzar la tarea solidaria de comedores comunitarios y merenderos.
El corolario de este cuadro es la desigual distribución de los ingresos, donde el 10% más rico de la población gana en promedio 15 veces más que el 10% más pobre. Quien están en la cúspide de la pirámide social capturan el 25,6% de los ingresos contra el 1,7% que queda en la base más desfavorecida (EPH - Indec - Tercer trimestre de 2017).
Lo que vendrá
En los próximos días, antes de fin de año, el intendente Emilio Jatón deberá enviar al Concejo Municipal su proyecto de Presupuesto 2020. Para ello será determinante lo que haga la Provincia y la Nación en materia económica e impositiva. Por lo pronto el flamante jefe político de la ciudad anunció que espera contar con auxilio financiero para el inicio de su gestión.
"Vamos a propiciar una relación de entendimiento con el gobierno nacional y vamos a sostener una mesa de diálogo permanente con el gobierno provincial para establecer acuerdos sobre cómo atender las urgencias de esta capital", dijo frente a los concejales, adelantando que se van a solicitar "mecanismos de asistencia financiera" para enfrentar la coyuntura.
En el plano de lo gestual, Jatón remarcó que "la austeridad va a ser nuestra bandera y nuestro compromiso de todos los días. La política debe dar el ejemplo. Por eso, mi primera decisión fue reducir el costo del equipo político en un porcentaje importante respecto de la gestión anterior". Sostuvo que "esos recursos se destinarán a resolver problemas y generar nuevas oportunidades", y aunque el impacto presupuestario de esta decisión es insignificante, puede transformarse en un gesto atractivo para muchos santafesinos que en las elecciones nacionales votaron mayoritariamente la formula Macri-Pichetto con su discurso de achique del Estado.
De todas formas, Jatón ejecuta una partitura que suena agradable a diferentes públicos de la ciudad. Por un lado sostiene que "el estado ya no alcanza y hay que admitirlo, a veces no lo hace bien. Hay que mirar y construir una ciudad que no sea sólo desde el Estado, por eso, explica "convocaremos al sector privado como aliado estratégico en este camino, especialmente al comercio local y a los centros comerciales a cielo abierto".
Luego, da vuelta la página y propone que "la integración será un aspecto clave para superar las actuales fragmentaciones territoriales y la precarización de la vida en algunos sectores de la ciudad. No podemos seguir dándoles la espalda. Tenemos que asumir solidariamente el compromiso de generar las condiciones para conectar, vincular y mejorar la calidad de vida de las áreas más postergadas", en una línea de acción que demanda obra pública y presencia estatal en el territorio.
"El saneamiento, el alumbrado, el barrido y la limpieza, sumado a la provisión de servicios básicos, el acceso a la vivienda digna, nuevos espacios públicos y la ampliación de los espacios de convivencia barrial van a estar presente en nuestra agenda de trabajo. Porque la calidad urbana empieza en el lugar donde habitamos. Cada vez estoy más convencido de que sin barrios, no hay Santa Fe", remató en su discurso inaugural.
Para este propósito, la gestión que inicia se propone la conformación de un Gabinete Social como espacio de articulación principal para la gestión de las políticas barriales, recuperando para la ciudad la experiencia del Frente Progresista en la implementación del Plan Abre durante los gobiernos de Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz. Este gabinete está conformado por las Secretarías de Integración y Economía Social, Ambiente, Desarrollo Urbano, Cultura y Educación, Obras y Espacios Públicos y Cuidados y Acción Social.
El desafió para el nuevo intendente estará en sortear las complicaciones que le deja su antecesor, enfrentar los severos condicionantes de la macroeconomía y confrontar con las enormes de una ciudadana agobiada por el estancamiento pero esperanzada con el cambio de gestión.
Pablo Bosch, diciembre de 2019.
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