lunes, 8 de junio de 2015

Paga lo que debés y después seguí hablando

Miguel Torres Del Sel se propone como un ejemplo de honestidad y transparencia. Sin embargo, no paga la Tasa por Hectárea de los campos que tiene en la localidad de Cacique Ariacaiquín. Se trata de una grave falta ética del candidato que se quejó durante la campaña por la falta de mantenimiento de los caminos rurales. La conducta evasora del ex Midachi es coherente con la idea del PRO de incrementar el presupuesto de obra pública entregando concesiones al capital privado.


Miguel Torres Del Sel se propone como un ejemplo de honestidad y transparencia. Así lo dijo cuando confirmó su candidatura en febrero de este año: "Cuando hablo con la gente, la promesa que les hago es la de trabajar con honestidad. Como gobernador uno es la cabeza de una estructura donde se tienen que dar instrucciones y directivas y tienen que ser cumplidas por todos. Y esa cabeza debe dar el ejemplo. Porque si el que conduce es un ladrón, seguro que está rodeado de ladrones que lo dejan robar". (El Litoral - 01/02/2015)

La declaración es contundente pero resiste la realidad. Según denunció el ministro de la Producción Carlos Fascendini, Miguel Torres del Sel, "en Cacique Ariacaiquín tiene dos campos: uno de 811 hectáreas y otro de 460. Pero el candidato a gobernador del PRO le debe a esa comunidad toda la tasa por hectárea de dos años completos: de 2013 y de 2014”.

En declaraciones publicadas en El Litoral, Carlos Fascendini , precisó que la deuda de la Tasa por Hectárea de sus campos asciende a $38.000. "Habrá que ver qué pasó con 2015, lamentablemente es habitual que quien ya tiene la costumbre de no pagar, deba también los impuestos más recientes”, dijo el candidato a vicegobernador del Frente Progresista, Cívico y Social.

Fascendini abundó: “Ese es Miguel Torres del Sel. Hay que sacarle la careta a quienes se presentan como ciudadanos ejemplares, y vemos que no lo son. Cacique Ariacaiquín es una población pequeña, a la que los recursos no le sobran, sus recaudaciones son muy mínimas. Y por supuesto que 38.000 pesos son importantes. Un ciudadano que se presenta como ejemplo tiene que pagar sus impuestos, todos debemos hacerlo y mucho más alguien que en el momento en que se acumuló esa deuda era diputado nacional y representaba a los santafesinos en el Congreso”.

La Tasa por Hectárea es una contribución que realizan los propietarios de campos para que las comunas de cada jurisdicción realicen mantenimiento de los caminos rurales. Si bien los datos brindados por Fascendini se refieren a propiedades ubicadas en Cacique Ariacaiquín, de la declaración jurada presentada por Miguel Torres del Sel a la Cámara de Diputados de la Nación, surge que también posee campos en la localidad de La Brava, sin que se conozca hasta el momento el grado de cumplimiento con sus obligaciones tributarias en esa jurisdicción.

En varias ocasiones durante la campaña, Del Sel se quejó por el estado de los caminos provinciales y denunció la falta de inversión para su mantenimiento. Ahora se sabe que en su faceta de productor agropecuario el candidato del PRO pretende que el estado realice las obras sin aportar un centavo de su bolsillo.

Esta conducta personal tiene serias implicancias. Si bien no constituye delito evadir el pago de la Tasa por Hectárea, se trata de una inocultable falta ética de quien se autodefine como ejemplo de transparencia y honestidad.

Ahora bien, la conducta evasora de Miguel del Sel adquiere otra dimensión si la coteja con las propuestas de sus equipos técnicos. En este sentido, vale la pena recordar que su principal asesor económico Juan Carlos Mercier sostuvo en la reunión con empresarios realizada en ADE a comienzos de la campaña electoral, que "era necesario cuadruplicar el presupuesto de Vialidad Provincial", cuando el representante de la Cámara de la Construcción preguntó de dónde obtendrían los fondos, el economista Luciano Laspina, explicó, que "no todo va a salir del presupuesto provincial. Vamos a seducir al sector privado para hacer la obra pública que falte", dejando abierta la posibilidad de concesiones u otras alternativas de asociación de lo público con los privado.

Va quedando claro que los hombres del PRO prefieren poner su plata en manos de las empresas ante que dársela al Estado, aunque se trate de una pequeña comuna donde se refugian para comer asados con otros ricos y famosos.

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