Santa Fe tiene que defenderse de las mentiras

Los candidatos del PJ y el PRO basan su campaña electoral en una mentira. Sostienen que existe favoritismo hacia el departamento Rosario en la distribución del gasto del gobierno provincial. Nada más alejado de la realidad. La inversión por habitante y la participación porcentual en el total del presupuesto del departamento La Capital es la mayor de toda la provincia.


El Acuerdo Capital es un compromiso asumido por los candidatos a Intendente y a Gobernador del Frente Progresista Cívico y Social, que garantiza la realización de un conjunto acciones y proyectos de inversión para continuar la jerarquización de la ciudad de Santa Fe como capital de la provincia y sostener las políticas de inclusión social y de desarrollo de las potencialidades productivas y creativas del departamento La Capital.

La iniciativa incluye un plan de obras de pavimento, desagües contra inundaciones, cloacas, agua potable, urbanización de lotes y gas natural, construcción de viviendas y edificios para salud, educación y cultura. Además, se avanza en la definición de proyectos estratégicos, como la reconversión del Puerto, el desarrollo de un Polo Industrial y Comercial en la ex Fiat; el apoyo al Parque Tecnológico Litoral Centro, los Parques Industriales Los Polígonos I y II, entre otras iniciativas, algunas de las cuales ya se encuentran en ejecución.

Su formulación es una actualización de las metas del Plan Estratégico Provincial para el Área Metropolitana del Gran Santa Fe, y una respuesta para los sectores políticos de la oposición, que han potenciado durante esta campaña electoral el insidioso discurso de un supuesto favoritismo hacia el departamento Rosario en las decisiones del gobierno provincial.

Por pereza intelectual o mala fe, esta creencia se repite a diario, soslayando las evidencias concretas que demuestran, que ningún gobierno provincial ha hecho tanto por la ciudad de Santa Fe como las gestiones del Frente Progresista Cívico y Social.

Por el contrario, fueron las acciones de los santafesinos Carlos Reutemann y Jorge Obeid las que provocaron pobreza, desocupación, destrucción, sufrimiento y muerte en la capital provincial.

Esta situación fue entendida por Hermes Binner y Antonio Bonfatti, quienes pusieron en marcha lo que se conoce como la “recapitalización” de la ciudad de Santa Fe, a partir de un conjunto de obras emblemáticas como La Redonda, El Molino, la Esquina Encendida, el CEMAFE, el nuevo Hospital Iturraspe, la protección contra inundaciones, viviendas, escuelas y centros de salud.

Todo esto marca un punto de inflexión en la historia de la capital santafesina que se diferencia notoriamente de las políticas implementadas por los gobiernos anteriores al Frente Progresista.

Por ejemplo, si comparamos la distribución porcentual de los gastos del Estado Provincial entre los departamentos en el año 2007 (gobierno justicialista) encontramos que el 25,53% fue para Rosario y el 28,53% para La Capital.

Un año después, en 2008 (gobierno del FPCyS), el 27,66% del presupuesto iba para Rosario y 34,19% se gastaba en La Capital.

Desde entonces, la participación del departamento La Capital siempre fue superior a la del departamento Rosario en la distribución de los gastos del Estado Provincial, según surge de las planillas de la Cuenta de Inversión que se publican en la página web del Gobierno de Santa Fe, tal como se puede observar en la Tabla 1.

Ejercicio	Total Presupuesto	Rosario	La Capital
2013	31.158.409.058	26,58%	30,45%
2012	23.710.999.828	27,40%	30,57%
2011	19.992.656.377	25,39%	31,73%
2010	14.274.421.126	25,82%	28,59%
2009	11.203.952.454	24,81%	33,20%
2008	8.228.912.799	27,66%	34,19%
2007	6.226.276.009	25,53%	28,53%

Tabla 1. Distribución porcentual del total de gastos del Gobierno Provincial por departamento. Elaboración propia en base a datos de la Cuenta de Inversión periodo 2007 – 2013.

A la hora de valorar estos números se debe considerar, que el impacto de los gastos del Estado en una región, departamento o ciudad, se expresa en las obras que realiza, los servicios que presta, los salarios que paga y las compras que concreta.

Por ello, cuando los cuando candidatos opositores miden la presencia del Estado según el domicilio de los funcionarios o sostienen que van “a trabajar para que Santa Fe recupere su jerarquía como capital y que no todos los recursos se destinen al sur de la provincia” - como dijo el aspirante a senador Marcos Castelló -, terminan repitiendo lugares comunes o frases prefabricadas que los desmerecen como dirigentes políticos.

Sin embargo, se puede alegar que el peso de la burocracia estatal (en los términos peyorativos que enarbola el equipo Mercier – Del Sel) termina gravitando en el mayor porcentaje de presupuesto que se destina al departamento La Capital. Para despejar esta sospecha y sumar otras posibilidades de análisis, puede resultar ilustrativo comparar el gasto del Estado según el tipo de servicio que brinda y en relación a la población destinataria de sus acciones.

Para este propósito la Cuenta de Inversión sigue siendo una buena ayuda. Siguiendo las pautas nacionales e internacionales aceptadas para la organización de las cuentas públicas, el gasto del Estado también es presentado según la naturaleza de los servicios que prestan los organismos públicos a la comunidad. Por ejemplo, servicios de seguridad, servicios sociales o servicios económicos. Esta clasificación permite examinar en el tiempo las tendencias del gasto para las funciones generales del Gobierno, independientemente de la forma como se organice para el logro de estos objetivos.

Para mayor precisión se entiende por “servicios de seguridad” a las acciones relacionadas con el mantenimiento del orden público interno y el sistema penal. Por “servicios sociales” a las acciones directamente vinculadas con la prestación de servicios de salud, promoción y asistencia social, educación, cultura, trabajo y vivienda. Y por “servicios económicos” a las acciones inherentes a la producción de bienes y servicios significativos para el desarrollo económico (energía, transporte, saneamiento, comunicaciones, etc.), incluyendo la realización de obras de infraestructura.

Siguiendo estos criterios también se puede observar que la distribución del gasto estatal por habitante para los servicios de seguridad, servicios sociales y servicios económicos es significativamente mayor en el departamento La Capital en comparación con el departamento Rosario, según los datos de la Cuenta de Inversión del Ejercicio 2013. Tabla 2.

	Rosario	La Capital
Habitantes según Censo 2010	1.198.528	521.759
Servicios Seguridad	$867 por habitante	$2.799 por habitante
Servicios Sociales	$4.686 por habitante	$10.482 por habitante
Servicios Económicos	$7,5 por habitante	$255 por habitante

Tabla 2. Gasto por habitante en los departamentos Rosario y La Capital según naturaleza de los servicios. Elaboración propia en base a datos de la Cuenta de Inversión periodo 2013.

Por último, si lo que se quiere es debatir el rol del Estado en un territorio determinado, también será necesario considerar la presencia de otros actores públicos y privados. Por un lado, en la ciudad de Santa Fe el gobierno de la provincia tiene una presencia mayor que absorbe las debilidades históricas de la municipalidad local; caso contrario al de Rosario donde su municipalidad viene cubriendo mayores funciones desde la llegada el gobierno del Partido Socialista. Por otro lado, el accionar de los sectores económicos privados contribuyen a sostener los desequilibrios que la acción estatal trata de compensar. Y finalmente, en la última década, las inversiones del gobierno nacional se volcaron mayoritariamente hacia el sur de la provincia.

Lo que no se puede dejar de señalar, es que varios de los dirigentes que hoy reivindican una mayor presencia del Estado en la ciudad de Santa Fe, se foguerearon en la cantera del ajuste permanente o integraron elencos gubernamentales que desprotegieron y dañaron a la capital provincial, a pesar del domicilio de sus documentos y su declamado amor por el terruño.

Pablo Bosch
Secretario de Comunicación del Partido PARES