sábado, 2 de mayo de 2015

Los cocazos de Miguel

El candidato a gobernador Miguel Del Sel reivindica los golpes contra los niños como metodo educativo dentro de las familias. Para sostener su tesis se ofrece como modelo alegando que su padre le pegaba y él salió "buen tipo". Una encuesta del Ministerio de Desarrollo Social reveló que el 42% de los padres de niños más pequeños de 2 a 5 años admitió haberle pegado un chirlo en el mes anterior a la consulta; y el 5,4% declaró haberle pegado en la cabeza. En el Hospital Alassia de Santa Fe se atiende un promedio de 10 niños golpeados por semana.



El candidato a gobernado de Santa Fe por el PRO, Miguel Del Sel, sigue sorperndiendo con sus propuestas educativas. Ahora reivindica los golpes y varillazos como método de disciplina para los niños.

Del Sel despliega sus argumentos en una entrevista concedida tiempo atrás al programa "La Mesa de Cafe". Alli sostiene que la falta de conducta de los jóvenes actuales, se enfrenta con amonestaciones en las escuelas y "si no, rajarlos del colegio y que pierdan el año", para "volver a la normalidad".

"A mí, mi viejo me metía unos cintazos espectaculares y yo salí buen tipo. Cuando me porté mal, en la escuela San Cayetano, vino el cura Gati, me llevaban a Dirección, me tiraban dos varillazos en las patas y terminé abanderado", relató en una entrevista al programa local Mesa de Café.

"¿Por qué hoy los padres (son) tan permisivos? Por ahí viene un pibe y lo escupe al padre, le pega y 'bueno, es chico'. ¿Qué chico? Metele un buen cocazo y no jode más", agregó.

Las recomendaciones del candidato del PRO legitiman prácticas violentas que producen miles de víctimas en nuestra provincia y el país.

En Argentina la ley de niñez 26.061 establece en el artículo 9 que “la persona que tome conocimiento de malos tratos, o de situaciones que atenten contra la integridad psíquica, física, sexual o moral de un niño, niña o adolescente, o cualquier otra violación a sus derechos, debe comunicar a la autoridad local de aplicación de la presente ley".

En 2013, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación presentó la primera encuesta sobre condiciones de vida de niñez y adolescencia (Ecovna).

Allí pudo verse que, si bien sólo el 3,7% de padres encuestados consideró que a los niños se los debe castigar físicamente para educarlos, los chicos reciben reprimendas que van desde un chirlo hasta una paliza.

"El 42% de los padres de niños más pequeños de 2 a 5 años declaró haberle pegado un chirlo en el último mes anterior a la encuesta; y el 5,4% declaró haberle pegado en la cabeza", reveló la Ecovna.

Ennio Cufino, representante adjunto del organismo de derechos de niñez de Naciones Unidas (Unicef) en Argentina, aseveró que "el castigo disciplinar no es una opción válida para educar y generalmente es proporcional al nivel de stress y ansiedad de los adultos y no a la seriedad de los actos que hizo el chico o chica".

La disciplina "es el resultado del buen trato y el diálogo y si los adultos cuidadores se ven desbordados por la situación, lo correcto es pedir ayuda de personas de confianza y cuando es posible de profesionales", añadió el representante de Unicef.

Este organismo internacional, que opera como referencia para las políticas de infancia en Argentina y Santa Fe, definió que "la violencia contra los niños en la familia puede producirse en el contexto de la disciplina, bajo la forma de castigos físicos, crueles o humillantes. El trato severo y el castigo en la familia son corrientes tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo. Varios estudios realizados y las declaraciones hechas por los propios niños en el curso de las consultas regionales subrayan el daño físico y psicológico que estos sufren como consecuencia de tal trato y han propuesto formas alternativas de disciplina que sean positivas y eficaces". ( Informe para el estudio de la violencia contra los niños. Asamblea General de de las Naciones Unidas. Año 2002).

Fuente: Telam - Unicef Argentina

No hay comentarios:

Publicar un comentario