Según cuenta La Nación, los diputados del PRO y sus bloques periféricos abandonaron la última sesión ordinaria de 2015 porque se “pretendía aprobar casi un centenar de proyectos de ley de neto corte kirchnerista”. La descripción se ajusta mejor a la realidad que las excusas reglamentarias esgrimidas por Negri y Pinedo. Cada vez que se produce el recambio bianual del parlamento nacional se acumulan proyectos para su aprobación. Sucedió en 2005, 2007, 2009 y 2013. La excepción fue el 2011 cuando la mayoría parlamentaria UCR-PRO resintió el trabajo legislativo.
En la sesión 27 de noviembre de 2013 se aprobaron 68 proyectos, entre ellos el nuevo Código civil y Comercial. Los bloque de la UCR, PRO, CC y FR estuvieron presentes. Los medios porteños titularon como “Súper miércoles” a esa jornada en el Congreso Nacional.
Distinta fue la situación en el final del periodo 2011. En la sesión del 30 de noviembre solo se aprobaron 39 proyectos, una cantidad acorde al ritmo de trabajo que la alianza UCR-PRO le impuso a la Cámara de Diputados cuando obtuvo la mayoría conocida como Grupo A.
El record más reciente lo tiene la sesión del 25 de noviembre de 2011 cuando se aprobaron 155 proyectos.
Finalmente, en la última sesión ordinaria de 2007 de la Cámara de Diputados de la Nación, realizada el 28 de noviembre de ese año, se aprobaron 82 proyectos.
El problema son los proyectos
Antonio Riestra, Víctor De Genaro y Claudio Lozano participaron de la sesión y junto a otros diputados de izquierda garantizaron el quorum que permitió aprobar importantes proyectos. Como todos los legisladores de la oposición padecieron el rigor de la mayoría kirchnerista, pero a la hora de votar, no dudaron en acompañar iniciativas favorables a los trabajadores.
“Ninguna discusión sobre cómo ordenar la transición entre un gobierno y otro, justifica no dar quórum a una sesión que hace justicia con reclamos de larga data de diferentes sectores de trabajadores y de nuestra comunidad”, dijo Lozano.
Pero la mejor explicación la sigue dando la crónica del diario La Nación: “Quería que se aprobara como fuera la estatización de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, uno de los temas más polémicos”
Luego agrega que “la caja de Pandora no termina aquí: además, se dio media sanción a una iniciativa que declara "sujeto a expropiación y de utilidad pública" el hotel Bauen, que desde hace 12 años es administrado por una cooperativa de trabajadores. Los diputados de Pro firmaron el dictamen en contra”.
“Asimismo, el oficialismo incluyó otro dictamen que beneficia a las familias de ex agentes de Gas del Estado y de Segba que fueron excluidas del programa de propiedad participada. A esta iniciativa se sumó el dictamen propiciado por el oficialista Héctor Recalde para que los trabajadores de empresas televisivas acuerden con los empresarios la distribución de ganancias, que deberá ser definida entre las partes en las negociaciones paritarias del sector”.
“El temario se completó con otra iniciativa que dispone otorgar una indemnización a los ex trabajadores de Canal 13, Canal 11, Radio Excelsior y Radio Belgrano, que fueron privatizados en el gobierno de Carlos Menem. Todas ellas son medias sanciones y se giraron al Senado”, tranquiliza la crónica.
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