domingo, 2 de octubre de 2016

¿Y por casa como andamos?

Desde que asumió Mauricio Macri 19.000 santafesinos cayeron por debajo de la línea de pobreza en el Gran santa Fe. Si proyectamos la última medición del INDEC encontramos que 170.000 personas viven como pobres en nuestra zona metropolitana. Otras 54.000 integran hogares indigentes. El panorama que ofrece la gestión de Cambiemos para nuestra ciudad es alarmante.


Disminuyen las ventas en el comercio, se desploma la construcción y se achica el mercado de trabajo. La obra pública promocionada por José Corral resulta insuficiente para contrarrestar las consecuencias sociales del retroceso de la actividad económica general.

Si miramos la foto que nos propuso el INDEC esta semana, encontramos que 170.000 personas viven en situación de pobreza en el Gran Santa Fe (32,2% en la región pampeana). Al cuadro hay que agregarle 54.000 santafesinos que viven en hogares indigentes donde los ingresos familiares no alcanzan para adquirir una canasta básica de alimentos. Si ampliamos la mirada y tratamos de ver otras fotos con la intención de acercarnos a la película, nos topamos con 19.000 personas de nuestra región que cayeron en la pobreza desde que Mauricio Macri asumió como presidente de la Nación.

Pero dentro de este universo de pobres y empobrecidos se mueven otras tramas más dolorosas. Los pibes y pibas menores de catorce años son el 22% de nuestra población y también son la franja de santafesinos que vive en peores condiciones. A ellos la pobreza los afecta en mayor proporción. Según el INDEC el 47,4% de este colectivo social vive en hogares estadísticamente definidos como "pobres". Hablamos de 54.000 historias que se están desarrollando en un contexto de graves carencias con previsibles secuelas para el futuro inmediato.

Ahora bien, si la mirada se extiende un poco más, encontramos que esta realidad no se construyó desde diciembre del año pasado. La última medición antes de la intervención del INDEC fue en 2007 y arrojó un 23,3% de pobreza para el Gran Santa Fe. Es mucho o poco. Tras la catástrofe económica y social de la Alianza y las inundaciones del PJ en 2003, la pobreza en el Gran Santa Fe había llegado al 46,6%.

Cuando en 2013 los datos oficiales dejaron de publicarse, el Observatorio Social de la UCA media un 27,4% para todo el país, y en nuestra región el INDEC se despedía con un irreal 9,3%.

Pasando en limpio los datos. Entre 2003 y 2009 millones de argentinos (y santafesinos) mejoraron en sus condiciones de vida. A partir de 2010 la pobreza comenzó a incrementarse (con altibajos y disparidades regionales) aunque compensada por acciones estatales y un salario real en disputa con la inflación. En el periodo 2007 - 2015 la pobreza se incrementó alrededor del 7% en el Gran Santa Fe (cifra en discusión por el desacople metodológico de las mediciones disponibles). En los primeros diez meses de gobierno de Mauricio Macri la cantidad de personas pobres en nuestra región se incrementó un 3,6% aproximadamente .

Brotes rojos

El segundo semestre de la gestión de Cambiemos sigue trayendo malas noticias. La situación social en nuestra ciudad es alarmante no puede ser disimulada con estrategias de comunicación.

El sector de la construcción privada sigue en retroceso. De acuerdo a la evolución de los permisos de edificación en la ciudad de Santa Fe, entre julio y diciembre de 2015, la municipalidad santafesina otorgó 1.078 autorizaciones para obras nuevas y ampliaciones que totalizaron 174.033 metros cuadrados de obra. En cambio, en los primeros seis meses de 2016 los permisos fueron 820 y la superficie a construir 144.421 metros cuadrados, lo que significa una una disminución del 17% respecto al último semestre del año anterior.

Se achica el mercado de trabajo. Según los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), difundidos en agosto pasado, en el conglomerado del Gran Santa Fe la desocupación abierta fue del (5,0%). Pero esta cifra, lejos de evidenciar una situación de mejora para los trabajadores, pone de relieve problemas de mayor gravedad.

En efecto, volviendo a los datos de la EPH, conviene detenerse en el Índice de Actividad, donde se refleja la relación entre la población económicamente activa (ocupada y desocupada) y la población total.

Así encontramos, que en la región del Gran Santa Fe el Índice de Actividad del 42,7% al 41,4% en el último año. Esto significa que entre junio de 2015 y junio de 2016, alrededor de 25.000 santafesinos dejaron de tener actividad económica y abandonaron el mercado laboral.

Este comportamiento se conoce como “efecto desaliento” y ocurre cuando las personas fracasan reiteradamente en su búsqueda de trabajo o son expulsados de sus labores y no intentan recuperar su posición. Las estadísticas oficiales consideran que una persona es “inactiva” cuando no tiene trabajo ni lo busca con regularidad.

En una ciudad con 11.000 desocupados plenos (EPH 2° trimestre 2016), que 25.000 personas hayan dejado de buscar trabajo, es un dato relevante para intentar comprender el humor social y la evolución de las expectativas individuales sobre el rumbo general de la economía. Solo para proponer una simulación que sirva de ejemplo, imaginemos que las personas desalentadas decidieran salir a buscar trabajo (y no lo encontraran) la tasa de desocupación en el Gran Santa Fe se elevaría hasta el (16,8%).

Caen las ventas en el comercio. Esto fue comprobado por el último informe del Centro Comercial de Santa Fe, realizado sobre el nivel de actividad del comercio local en el mes de Agosto 2016.

Dicen los dirigentes empresarios: “el mes de Agosto, si bien no pudo escapar a las tendencias preocupantes que sistemáticamente observamos en todos los meses del corriente año, presenta un comportamiento disímil en cuanto a aquellos comercios que incrementaron sus ventas interanuales (20,8% de los encuestados) quienes disminuyeron (45,9%) y algunos acusaron niveles similares a un año atrás (33.3%)”.

En síntesis, el 45,9% de los comercios consultados declaró que sus ventas cayeron respecto al mismo mes del año pasado, en porcentajes que van del 10 al 30 por ciento. Como dato alentador, el informe señala el 25% de los consultados declaró niveles similares de actividad respecto al mes de julio de 2016, mientras que un 37,5% denunció que sus ventas siguieron cayendo y otro 37,5% admitió un incremento.

El informe no señala el impacto por rubro que pudo haber tenido en este comportamiento de las ventas los festejos por el Día del Niño. Por lo que habrá que esperar las cifras de septiembre para completar el panorama.

Frente a este escenario, la obra pública aparece como uno de los motores más importantes de la actividad económica de la región. Según el sitio Web especializado obrapublica.com, la provincia de Santa Fe es una de las jurisdicciones con mayor inversión en obra pública. El ranking se elabora a partir de los montos de las licitaciones y lo encabeza Buenos Aires con ($43.635 millones), seguida por Córdoba ($15.514 millones), Ciudad de Buenos Aires ($9.790 millones), y Santa Fe ($8.328 millones), superando en este caso al Estado nacional que realizó licitaciones por ($3.023 millones).

Una porción de estos recursos está llegando a la ciudad, pero frente a la magnitud de la crisis que está provocando el programa de ajuste de Cambiemos, la estrategia comunicacional del intendente José Corral, (rodeado de máquinas y obreros), resulta insuficiente para contrarrestar las consecuencias sociales del retroceso de la actividad económica general.

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